El informe del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca de Uruguay indica que el sector agropecuario no ha sido ajeno a los efectos de esta pandemia y en especial el mercado de commodities agrícolas que ya venía resentido a partir de la disputa arancelaria entre EEUU-China y la peste porcina. En momentos en que hay países que han restringido sus exportaciones de alimentos, Uruguay continúa trabajando para proveer alimentos en pos de la seguridad alimentaria.
Estimación de área y producción
De acuerdo a la información relevada, se estima que el área de cultivos de invierno 2020/21 será similar a la de la zafra anterior, y alcanzaría a 480 mil hectáreas, con comportamientos diferentes en los distintos cultivos que componen el perfil de invierno.
A la fecha, se confirma una reducción en el área de siembra de cebada, la cual se estima podría ser de tan sólo 150 mil hectáreas, habida cuenta del impacto del COVID-19 en el consumo de cervezas en Brasil y, por lo tanto, en las necesidades de malta de la industria en el país vecino.
En cuanto al trigo, la expectativa de siembra es a la baja respecto al año anterior, estimándose 225 mil hectáreas (5% menos que en 2019/20), considerando los escasos márgenes del cultivo y los problemas de calidad e inocuidad que ha presentado el grano en las últimas zafras.
La colza será el cultivo a destacar este invierno. Si las condiciones acompañan y lo permiten, las expectativas para el cultivo son muy buenas y se esperan al menos 10 mil hectáreas adicionales respecto a la zafra anterior (75 mil hectáreas), que totalizarían 85 mil hectáreas junto a la carinata (10 mil hectáreas). Desde el punto de vista comercial, el cultivo presenta un contrato con reglas claras (mercado local o exportación), con una logística que aprovecha la infraestructura y maquinaria ociosa en esa fecha, y un manejo que viene ajustándose año a año, levantando limitantes e incorporando tecnología. La incidencia que tiene en la fecha de siembra del cultivo de segunda y la mejora en el control de determinadas malezas también son elementos muy valorados por el productor.
Asumiendo un rendimiento promedio de los últimos 5 años, se estima que la producción de cultivos de invierno
alcanzará a 1,42 millones de toneladas, 100 mil menos que el año anterior.
Comentarios finales
La nueva zafra de invierno se inicia en el país, en una coyuntura de alta incertidumbre y afectada a nivel global por el COVID-19. La caída de la actividad económica mundial incidió en una menor demanda de productos y desvíos del comercio. Las tensiones entre EEUU y China continúan. Los precios de los commodities presentan alta variabilidad con tendencia general a la baja. Tanto a nivel global como regional, los balances de oferta y demanda para el ciclo 2020/21 constituyen un escenario de presión negativa sobre los mercados de trigo.
En este marco, se estima que el área de cultivos de invierno 2020/21 alcanzaría a 480 mil hectáreas, similar a la zafra anterior, y asumiendo rendimientos promedio, el volumen de producción descendería 7%. Las perspectivas para la colza son muy auspiciosas estimándose un incremento de al menos 10 mil hectáreas respecto a la zafra anterior. Por el contrario, las estimaciones de siembra de cebada marcan un importante descenso de 9% y en el caso del trigo, el área se reduciría 5% respecto a 2019/20.
De acuerdo a la información de Aduanas, las exportaciones de granos de invierno y derivados 2019/20, (considerando los meses de nov-abr) alcanzaron casi US$ 147 millones, 27% menos respecto al mismo periodo de la zafra anterior (US$ 200 millones).
Informe completo en www.mgap.gub.uy