El estudio presentado por la Bolsa de Comercio de Rosario en Argentina realizada por Alberto Lugones y Emilce Terré, destacan la importancia del sector ganadero en la provincia de Santa Fe.
El sector ganadero es uno de los mayores representantes de la matriz productiva de Santa Fe. La provincia se encuentra entre las principales tres jurisdicciones tanto en producción como en faena de bovinos, porcinos y aves.
La historia de Santa Fe se encuentra signada por una gran capacidad productiva, erigiéndose fundamentalmente como una provincia líder en producción y comercialización de productos primarios y manufacturas de origen agropecuario (MOA), y entre éstas, la actividad ganadera tiene una fuerte tradición de arraigo en el territorio. Dentro de ésta última, podemos distinguir tres grandes rubros, el ganado bovino, porcino y aviar.
Comenzando por el bovino, de un stock nacional a finales de 2019 de 54.460.799 cabezas, la provincia de Santa Fe representaba el 11,15%, sumando 6.073.716 bovinos. La tendencia demuestra que una pérdida en la participación de la provincia sobre las existencias del rodeo nacional
La participación de Santa Fe sobre la producción de carne representa un registro mayor. Esto significa que la provincia posee en términos relativos una mayor concentración de establecimientos de procesamiento/faenado de animales que de cría. Así, en lo que respecta a la provisión de animales para la industria, el primer lugar indiscutido lo tiene la provincia de Buenos Aires, con un 33,4% del total nacional, en tanto que Córdoba y Santa Fe compiten por el segundo lugar con aportes de 1.992.762 cabezas para el caso de la primera y 1.846.467 para la segunda. En tanto, si se observa la estadística de animales faenados, en territorio bonaerense se faenaron más de la mitad de los bovinos (51,3%) en 2019, en tanto que Santa Fe escala al segundo lugar con una participación del 18,13% de la faena de bovinos y bubalinos en establecimientos faenadores inscriptos en el Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA). Estas dos provincias actúan como virtuales importadores de materia prima producida en las demás jurisdicciones para faenar.
Esta característica de Santa Fe como comprador de materia prima para la faena en sus establecimientos hace que la provincia sea la segunda máxima productora de carne en cantidad de toneladas, nuevamente por detrás de Buenos Aires. En 2019 se produjeron 596.326 toneladas en los frigoríficos santafesinos, aumentando en un 7,75% lo registrado en 2018, mientras que Buenos Aires alcanzó 1.589.717 toneladas, incrementando en un 3,04% lo registrado en el año previo. Nuevamente, Córdoba se situó en tercer lugar con 210.522 toneladas en 2019 y 232.151 en 2018.
En cuanto al número de establecimientos faenadores y usuarios (matarifes), podrían relacionarse directamente a las participaciones de faena según se pueden ver en el gráfico. De los 395 establecimientos que en todo el país faenaron bovinos durante el 2019, Santa Fe posee 33 (8.3%), junto con 601 matarifes de los 4227 que hay en el país, representando el 14,21% del total. Por su parte, Buenos Aires es el también en este sentido el principal exponente alcanzando 97 establecimientos y 861 matarifes, o un 24,6% y 20,36%, respectivamente. Finalmente, Córdoba es la tercera provincia de mayor importancia contando con 24 frigoríficos y 576 matarifes en 2019 que representan el 6% de los establecimientos y el 13,6% de los usuarios de faena, respectivamente.
También se debe destacar la fuerte participación de existencias bovinas destinadas a la producción láctea, ya que la provincia posee el mayor rodeo del país dedicado a la producción de este tipo de bienes. A finales del 2019, Santa Fe poseía 995.711 cabezas en tambos, seguido por Córdoba con 966.136 y Buenos Aires con 695.119. Entre estos 3 alcanzan una participación del 90% de los bovinos destinados al sector lácteo de todo el país a fines del 2019.
En los primeros 5 meses del año 2020 la actividad ganadera bovina desarrolló indicadores positivos en cuanto al de volumen de exportaciones y las divisas ingresadas a raíz de dichos movimientos, superando lo registrado en el año 2019. Incluso, la producción de carne (medida en res equivalente con hueso) creció interanualmente desde enero del 2020 hasta abril, mermando sólo un 3% en mayo de este año, incluso a pesar del contexto internacional signado por la pandemia de coronavirus. Por el contrario, tal como se nota en la historia de los últimos años, la tendencia nacional demuestra la disminución del consumo de carne bovina y el reemplazo, al menos parcial, por carnes de origen porcino y/o avícola.
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